La Colegiata de Arbas del Puerto.
Aparece en el libro "El León de España", escrito por el poeta leones Pedro de la Vezilla Castellanos, editado en el año 1.586.
La obra se basa en los textos grabados en latín sobre unas rocas situadas en el Monte de Valdecesar.
El libro relata una historia que discurre durante los últimos años del siglo III d. c. Siendo Fortunato el tribuno de la Legio VII y durante el mandato de los emperadores Máximo y Diocleciano.
Comienza la historia con una fiesta celebrada en un castro situado entre las peñas de la cabecera de arroyo Labias (Redilluera), se está celebrando el matrimonio de la hija del jefe del lugar, POLMA, con el gentil CANIOSECO. En estas, aparece por el lugar un personaje controvertido, el fortísimo CURIENO, deambula por el territorio. Le asignan como feroz, insolente, bravo y sin miedo. Se dedica a los robos, revueltas guerreras contra las aldeas, lo que causa enojo a los romanos. En el castro lo recibe el gran jefe, posiblemente con temor, aunque invitan a los forasteros al festín. Comen y beben y tal vez por el efecto del alcohol, CURIENO se ve atraído por la belleza de POLMA e indica a sus compañeros que neutralicen a los comensales y rapta a la novia huyendo por las peñas.
Enterado los habitantes de Canseco, parten en busca de los bandidos, los alcanzan y en la refriega muere el padre de POLMA. Su hermano entabla combate con CURIENO, aprovechando la situación, los compinches huyen con POLMA. Llega el esposo CANIOSECO y se enfrenta también al bandido.
Aparecen los romanos con su centurión y encuentra al hermano de POLMA herido que les cuenta lo sucedido. Mientras los dos combatientes acuerdan detener la refriega, prometiendo CURIENO devolver a POLMA a cambio de que CANIOSECO se una a la sublevación contra los romanos, CURIENO se encuentra herido en una pierna.
Los romanos son derrotados y los pocos supervivientes huyen hacia la Legio VII, donde el tribuno Fortunato es notificado del desastre, aunque debe de organizar los festejos dedicados a los emperadores MAXIMILIANO Y DIOCLECIANO. Será durante este festejo cuando el Centurión MARCELO reniega de adorar a los ídolos paganos, siendo apresado y mandado a la Bética para su martirio, junto con sus hijos y esposa NONIA.
El Pueblo de Canseco, Alto Torío.
Después de celebrados los festejos en LEGIO, el Tribuno Fortunato manda a los generales ARVAS y DALVA con un fuerte ejercito a las montañas. ARVAS se dirige localizar la guarida de CURIENO con 300 hombres, aunque no da con él, pero es alertado CURIENO y en compañía de CANIOSECO acuden con 200 hombres al encuentro, capturan un espía romano y les informa de las intenciones de ARVAS y que se dirige al castillo de CURIENO con un guía para atacar por la noche.
DALVA descansa de la gran caminata al lado de un puente, tiene intención de conectar con ARVAS. Los montañeses, toman el puente y le dan muerte, con apenas 15 muertos, en cambio, perecen 400 romanos. Regresan hacia el castillo, a por ARVAS.
ARVAS había atacado por la noche el castillo de CURIENO, lo toma e incendia. POLMA, que estaba allí, con el ruido de las armas sale huyendo, a medio vestir, se esconde en un bosquecillo.
ARVAS comienza a retirarse, pero oye la llegada de los montañeses y entran en combate. CURIENO da muerte a ARVAS y se dan a la fuga los romanos. CANIOSECO avanza ensangrentado después de haber dado muerte a muchos soldados, encontrándose con POLMA, sale semidesnuda del bosque de hayas.
POLMA comienza a pensar en la mala compañía de su esposo con CURIENO, al que no perdona por haberla raptado y dejarla separada de su marido, comprometiéndolo con una guerra que no comprende. Entrando en pena hasta el final de su vida.
El Tribuno Fortunato es relegado de su puesto debido a la derrota, le sustituye DEOGIANO en el gobierno de Gallaecia con sede en LEGIO. Esta manda un nuevo y más fuerte ejercito a la montaña, al mand o de cuatro generales: VERISO, ROLANDO, ZUYQUEMIO y ORFILA.
Los montañeses se recuperan descansando durante el invierno, restaurando CURIENO las murallas de su castillo. CANIOSECO Y POLMA repueblan la vega de Boñar.
El ejército de ORFILA y ROLANDO suben por la ribera del Porma, llevan al espía indígena HERMIO, el cual se pasó a los montañeses y siguiéndole les conduce hacia La Vecilla para remontando el Curueño hasta el castillo de CURIENO.
El Puente de los Verdugos sobre el río Curueño.
Habían excavado un profundo foso alrededor de la empalizada de Valdecesar, recubriéndolo de ramas, con solo un pequeño camino estrecho de entrada. HERMIO entra y avisa de la presencia de los romanos que, a caballo atacan la guarnición. Los romanos caen en el foso, amontonándose los cuerpos de caballos y soldados. ORFILA muere, pero ROLANDO, alertado por los gritos, se da cuenta de la trampa y se detiene. Encuentran el camino de entrada al interior y luchan.
HERMIO, ante el peligro va a pedir ayuda a CANIOSECO a Boñar.
Llega el momento decisivo, combaten entre los dos líderes, ROLANDO y CURIENO bajo los muros y durante dos horas, al final ROLANDO atraviesa el pecho con la espada hasta la cruz a CURIENO y este de un tajo le abre la cabeza hasta el pecho.
EL TOPÓNIMO CURUEÑO QUEDARÁ PARA LA MEMORIA DE ESTE VALIENTE GUERRERO LLEVANDO SU NOMBRE EL VALLE DEL CURUEÑO.
HERMIO baja de noche por el río hasta Valdepiélago para cruzar al otro lado del valle e ir a Boñar, a notificar a CANIOSECO las malas noticias. Se organiza y se despide de POLMA con disgusto, esta le ha intentado persuadir con los dos hijos que tienen. Parte con HERMIO hacia su tierra de origen, el alto Torío, al anochecer, y cruzan el Porma juntos, pero les están esperando ZUYQUEMIO y VERISO. En la refriega CANIOSECO mata a ZUYQUEMIO, aunque VERISO acaba con CANIOSECO, agoniza nombrando a POLMA.
El puente Viejo de Boñar sobre el río Porma.
VERISO la contempla, está al lado de un aliso y simulando limpiarse las heridas con un pañuelo. POLMA entiende que ha sido el asesino de su marido y le lanza la saeta que le atraviesa el corazón. Los soldados están petrificados por la escena de POLMA que se arranca el disfraz y se revuelca por el suelo. Toma la espada de su marido y se decide a cruzar el río hacia los romanos. Entonces un soldado lanza una flecha y la mata.
EL TOPÓNIMO DE PORMA QUEDA PARA SIEMPRE EN MEMORIA SUYA.