La mitología leonesa

huéspeda-ánimas-mito-leones LA HUÉSPEDA DE ÁNIMAS
Viaja desde poniente, errando por los caminos en busca de seres vivos próximos a morir que engrosen sus filas, o suplicando oraciones por sus ánimas. Componen la huéspeda cinco miembros cuando se suma la procesión del viático, uno con la cruz, el estandarte, el hisopo, el farol y al frente va el ánima mayor. Iniciado el tránsito suman a la fila a otros muchos muertos profiriendo misereres, sermoneando sus penas a todos los seres.


MITOLOGÍA LEONESA

Se trata de las creencias sobre seres sobrenaturales del acervo popular de la región leonesa que afectaban a la vida cotidiana de las personas del mundo rural, con lo que se intentaba dar justificación a la acción de fenómenos naturales.

En el pueblo de Carande, en la montaña oriental leonesa se ha creado la ruta de senderismo de la Mitología leonesa, discurre por el bosque de Valdecolina, en este recorrido se han colocado una serie de figuras mitológicas de León, con unos paneles explicativos de lo que representan. La ruta está señalizada.

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La Vieya'l Monte

vieja-monte-leonesa-carande La Vieja del Monte.

(en lengua leonesa)
Ye un personaxe mitolóxicu femenín que representa a la madre naturaeza y ye portadora d'alimentos y frutos conos que obsequia a los homes. Vive narmoní conos animales salvaxes y dicen que tien como mascota a un dócil llobu.
Preséntase comu una vieyina que vive n'una peña ou n'una cueva nu monte, onde, amasa y cuez pan no forno pa los nenos de los puebros cercanos, a quienes se los envía a traviés de familiares a la vuelta de la sua xornada de trabayu nu monte.
Nu puebru de Carande, se decía que vive en Maxada Vieya y tien el fornu na cueva de Cotoloro, peña caliza al sureste del puebru. Cuando los pastores baxaban del monte conas sobras de la comida na fardela, se la repartían los rapaces como merienda, diciéndoyes que yera la comida ellaborada pola Vieya del Monte especialmete pa ellos.
Traducción Alejandro Díez González.

(en lengua española)
Es un personaje mitológico femenino que representa a la madre naturaleza y es portadora de alimentos y frutos con los que obsequia a las personas. Vive en armonía con los animales salvajes y dicen que tiene a un dócil lobo como mascota.
Se presenta como una anciana que vive en el monte, donde amasa y cuece pan en el hono para los niños de los pueblos cercanos, a quienes se los envía a través de familiares a la vuelta de su jornada de trabajo en el monte.
En el pueblo de Carande, se decía que vive en la Majada Vieja y tiene el horno en la cueva de Cotoloro, peña caliza al sureste del pueblo. Cuando los pastores bajaban del monte con las sobras de la comida en la fardela, se la repartían a los niños de la familia como merienda, diciédoles que era la comida elaborada por la Vieja del Monte especialmente para ellos.
Texto de Javier Fernández García.


El Trasgu

trasgu-mitos-leonesa-carande El Trasgu.

(en lengua leonesa)
Ye un pequñu duende d'apariencia humana que suel ser coxu y tener la manu izquierda afuradada.
Vistese con una blusa y un gorrín bermeyu. Encántaye xugar a las escondidiellas, aunque tamién ye mul simpáticu y llaboriosu.
Pola nonueche cuélase nas casas y si ta de buen humor y trátanye bien, lu agradecerára a los habitantes de las casas ayudándoyes nos llabores diarios. Peru si trátanye mal, alborota y glaya, faciendo trastadas, desordenando'l yar, escondiendo cousas.
Non tódolos los trasgos son llariegos, algunos habitan nel monte dedicando parte del dí a burllase de caminantes y pastores, faciéndoyes trastadas.
Esti tipu de trasgu ye bien dificíl de ver ya que la sua especial vestimenta compuesta de fueyas d'árboles y musgu fácese pasar desapercibidos.
Traducción Alejandro Díez González.

(en lengua española)
Es un pequeño duende con forma humana que suele ser cojo y tener la mano izquierda agujereada.
Se viste con una blusa y un gorro rojo y le encanta hacer bromas y travesuras aunque a vez es muy simpático y laborioso.
Por la noche se cuela en las casas y si está de buen humor y le tratan bien lo agradecerá ayudando a los habitantes de la casa pero si le tratan mal gritará armará jaleo y escondeá objetos o los cambiará de lugar desordenandolo todo.
No todos los trasgos son caseros, algunos habitan en el monte dedicando parte del día a burlarse de caminantes y pastores, haciéndoles pequeñas gamberradas.
Este tipo de trasgu es muy difícil de ver ya que su especial vestimenta compuesta de hojas de árboles y, musgo, les hace pasar desapercibidos.
Texto de Javier Fernández García.


La Güeste d'Ánimas

santa-compaña-mitos-leonesa-carande La Güeste de Ánimas o La Santa Compaña

(en lengua leonesa)
Nas nueches de lluna llena, po los vieyos senderos que comunican armitas y cementerios de los puebros de la montaña llionesa, nun ye improbable ver, en dalgunas fechas determinadas, una extraña fila de figuras en movimiento con vieyos farrapos y velas susurrando frases comula que diz:"Andái de dí que la nueche ye mia".
Como n'otros llugares del noroeste ibérico, y tamién del arcu celta atlánticu, los alcuentros con procesiones d'ánimas en pena pertenecen a la mitoloxía llionesa a travies d'hestorias ya inquietantes experiencias contadas por arrieros, pelegrinos o pastores a traviés de los siegros . El sou orixen créyese paganu, pero la ilesia cristianizóu estas liendas sobre los siegros XI y XII, faciendo ver a la población lo que pasaba cuando unu nun redimía los sous pecáos en vida.
La Güeste d'Ánimas tamién ye conocida en Llión comu la Santa Compaña, la Huéspeda d'Ánimas o la Bona Xente. Na vecina Asturias se la conoz comu la Güestia y n'Extremadura, onde baxaban muchos pastores treshumantes de Riaño, comu'l Corteju de Genti de Muerti... Los sous tenebrosos integrantes vagan incesantemente durante dalgunas nueches por caminos ensin que se sepa cuál ye'l motivu que-yes conduz a atemorizar a tóu ser viviente qu'atopen nel camín. Especialmente ye la nueche de Tódolos Santos cuando más apariciones recoyéranse d'estas perturbadoras colunas de muertos andariegos.
Dizse que piden rezos polas suas ánimas, varadas n'un eternu purgatoriu itinerante del que lluchan por salir, consecuencia de fechos que cometienon en vida. Tamién que vienen a anunciar la muerte d'un vecin. Pero lo que si ta claru entre las aldeas que vieran polas suas caleyas pasar a la Güeste d'Animas nel ye que ye meyor trancar puertas y ventanas, apagar llumes y, baxu nengún conceuto, aceptar o coyer nengún oxetu que porte la comitiva. Ellu conllevaría la muerte de quien lu faiga pues el meru contauto físico con dalguna ánima tien un sesenlaz fatal.
Pa protexese de la Güesta d'Ánimas nel casu que nun sias a escapar o escondete d'ella, ye esencial realizar un circulu nel suelu y metese dientru d'el, procurandu nu mirala. Si tiés la suerte de tar cerca de dalgún cruceiru, afiérrate a él, pues tamién ye llugar sagráu y una barrera pa estas ánimas en pena que tantu miéu dan.

(en lengua española)
En las noches de luna llena, por los viejos senderos que comunican ermitas y cementerios de los pueblos de la montaña leonesa, no es imprbable ver, en algunas fechas determinadas del otoño, una extraña fila, de figuras en movimiento con viejas vestimentas y velas susurrando frases como la que dice "Andad de día, que la noche es mía".
Como en otros lugares del noroeste ibérico, y también del arco celta atlántico, los encuentros con procesiones de ánimas en pena pertenecen a la mitología leonesa a través de historias e inquietantes experiencias contadas por arrieros, peregrinos o pastores a través de los siglos. Su origen se cree pagano, pero la iglesia cristianizó estas leyendas sobre los siglos XI y XII, haciendo ver a la población que es lo que pasaba cuando uno no redimía sus pecados en vida.
La Güesta de Ánimas también es conocida en León como la Santa Compaña, la Huéspeda de Ánimas o la Bona Xente. En la vecina Asturias se la conoce como la Güestia y en Extremadura, donde bajaban muchos pastores trashumantes de Riaño, como el Corteju de Genti de Muerti. Sus tenebrosos integrantes vagan incesantemente durante algunas noches por caminos sin que aún se sepa cuál es el motivo que les conduce a atemorizar a todo ser viviente que encuentran en su camino. Especialmente es la noche de Todos los Santos cuando más apariciones se han recogido de estas perturbadoras columnas de muertos andantes.
Se dice que piden rezos por sus almas, varadas en un eterno purgatorio itinerante del que luchan por salir, consecuencia de los hechos que cometieron en vida. También que vienen a anunciar la muerte de un vecino. Pero lo que sí está claro entre las aldeas que han visto por sus callejas pasar a la Güesta de Ánimas, es que es mejor cerrar puertas y ventanas, apagar luces y, bajo ningún concepto, aceptar o coger ningún objeto que porte la comitiva. Ello conllevaría la muerte de quien lo haga pues el mero contacto físico con algún ánima tiene un desenlace fatal.
Para protegerse de la Güeste de Ánimas en el caso de que no puedas escapar o esconderte de ella, es esencial realizar un circulo en el suelo y meterse dentro de él, procurando no mirarla. Si tienes la suerte de estar cerca de algún crucero, aferrate a él, pues también es lugar sagrado y una barrera para estas ánimas en pena que tanto miedo dan.
Textos y traducción de Alejandro Díez González


La Mora

mora-carande-mitos-leonesa La Mora.

(en lengua leonesa)
Ye unu de los perxonases más conocidos de la mitoloxía llionesa. N'algunas fasteras conózse también comu Moura o Xana, Chana o Chanina. Las moras son espiritus de la naturaleza con forma de muyer de gran belleza con llargos güedellos rubios. Viven en fontes, llagunas y en riberas de cursos d'agua, y se diz que custodian grandes tesouros qu'entregarán al que llogre desencantarlas. Na nueche máxica de San Xuán, las Mouras fainse visibles, salen a peinar los sous güedeyos con peines d'ouru, a llavar las suas ropas y a devanar las suas mayedas de filos d'ouru. Esta nueche ye la única ne que se puede romper el sou encantamientu. Aquel que consiga esfilar la sua madeya d'ouru en sin cortar el filu, desencantará a la Mora y conseguirá los sous tesouros. Peru si el filu rómpese, quedará en sin desencantar y acabará nu fondu del augua xuntu con eilla.
Traducción Alejandro Díez González.

en lengua española)
Es uno de los personajes más llamativos de la mitología leonesa. En algunas zonas se la conoce también como Moura o Xana, Chana o Chanina. Las moras, son espíritus de la naturaleza con forma de mujer de gran belleza con largos cabellos rubios. Viven en fuentes, lagunas y cursos de agua y se dice que protegen grandes tesoros que entregarán al que logre desencantarlas. En la noche Mágica de San Juan, las Moras se hacen visibles, salen a peinar sus cabellos con peines de oro, a lavar sus ropas y devanar sus madejas de hilos de oro. Esta noche es la única en la que se puede romper su hechizo. Aquel que consiga deshilar su madeja de oro sin cortar el hilo, desencantará a la Mora y conseguirá sus tesoros pero si el hilo se rompe, quedará sin desencantar y acabará en el fondo del agua junto a ella.
Texto de Javier Fernández García.


El Diañe

diañe-carande-mitos-leonesa El Diañe.

(en lengua leonesa)
Ye un personaxe mitolóxicu que representa al diabru, tamién chamáu demo n'outras comarcas. Tien aspectu humanu con cuernos na testa, patas de carneiru y cola. Peru tamién puede manifestase en forma d'animales domésticos ou salvaxes, con apariencia inofensiva.
El diañe habita en monte, apareciéndose en caminos, creando lluces, ruidos estraños y outros fenómenos qu'atemorizan a caminantes y pelegrinos. Peru nun suel ser mui malévolu, siendo más común que gaste bromas pesadas ou de mal gustu.
Ente las suas manifestaciones más populares cuéntase na qu'un caminante atópase con un burru ou un caballu que s'ofrez amistósamente comu montura. Una vez qu'el viaxeru accede a xubise, el burru ou caballu, qu'en rialida ye'l diañe, empieza a correr en sin cesar hasta que-ye tira de cabeza al riéu u un subiáu.
Traducción Alejandro Díez González.

(en lengua española)
Es un personaje mitológico que representa al diablo. Tiene aspecto humano con cuernos en la cabeza, patas de carnero y cola. Pero también puede manifestarse en forma de animales domésticos o salvajes, con apariencia inofensiva.
El diañe habita en montes, aparecieéndose en caminos, creando luces, ruidos extraños y otros fenómenos que atemorizan a los caminantes y peregrinos. Pero no suele ser un ser muy malévolo, siendo más común que gaste bromas pesadas o de mal gusto.
Entre sus manifestaciones más populares se cuentra en la que un caminante se encuentra con un burro o un caballo que se ofrece amistosamente como montura. Una vez que el viajero accede a subirse, el burro o caballo, que en realidad es el diañe, empiza a correr sin cesar hasta que le tira de cabeza al río o un zarzal.
Texto de Javier Fernández García.


El Reñuberu

Reñuberu-carande-mitos-leonesa El Reñuberu.

(en lengua leonesa)
Cuando las prietas nubles qu'aparecen tras los montes del Pando descargan una zaraciada, cargando l'ambiente con lleitricidá y lluces, púdose ver en dalguna ocasión un extrañu ser brincando de nuble en nuble.
Ye'l reñuberu, tamién conocíu como renubeiru, reñubeiru o nuberu, un integrante más de la mitoloxía llionesa relacionáu conos fenómenos atmosféricos y más especialemte de las truenas, tan temidas nos puebros antiguamente.
El reñuberu aparez na tradición popular llionesa como un vieyu meigu d'artes escuras que viaxa dientro de las nubles, dirixiéndolas y creando truenas. Incluso existen versiones que nos falan de personas que chegaron a ser reñuberos a traviés del estudio de la ciencia negra. Curiosamente, tamién esiste la exprexión "tar feitu un reñuberu" pa designar a personas malhumoradas.
Naciendo como tal o faciéndose con cáu del tiempu, el casu ye que los reñuberus fueran temidos nos puebros durante siegros pola nefasta acción que producen los sous conxuros sobre los semáos y los ganados. Pa detener l'avance de las truenas malignas suelense tocar las campanas de la ilesia utilizando un ritmu qu'acompaña a las siguientes palabras:
"tente nuble, tente tú, que Dios puede más que tu. Tente nuble, tente palu, que Dios puede más qu'el diabru".
Asina hasta que se llogra desfacer la nuble y el reñuberu marcha pa otru valle.
El reñuberu a veces cai lliteralmente de las nubles en dediu'l puebru, onde ha d'esperar incluso días hasta que chegue otra truena y xubiesa a ella a traviés d'un relámpagu que se transforma n'escalera.
N'estas breves apariciones, frutu de zarapicar entre las nubles, ye cuando tamién viérase el carácter pacificu del reñubero, el cual tuviera que buscar abellugu en casa del dalgún vecín, siendo especialmente agradeciu cono dueñu de la casa. La sua apariencia física, por otru lláu, nun ye especialmente delicada, pues viste con farrapos y tien una faz puntiaguda d'oreyas a ñariz, que tamién s'expresa nos sous déos y uñas, aparte de canosos güedeyos.
Traducción Alejandro Díez González.

(en lengua española)
Cuando las negras nubes que aparecen tras los montes del Pando descargan con furia agua y granizo, cargando el ambiente con electricidad y luces, se ha podido ver en alguna ocasión un extraño ser saltando de nube en nube.
El Reñuberu, también conocido como renubeiru, reñubreiru o nuberu, un integrante más de la mitología leonesa relacionado con los fenómenos atmosféricos y más especialmente con las tormentas, tan temidas en los pueblos antiguamente.
El reñuberu aparece en la tradición popular leonesa como un viejo mago de artes oscuras que viaja dentro de las nubes, dirigiéndolas y creando tormentas. Incluso existen versiones que nos hablan de personas que llegaron a ser reñuberos a través del estudio de la ciencia negra. Curiosamente, también existe la expesión "esta hecho un reñuberu" para designar a personas malhumoradas.
Naciendo como tal o haciendose con el cabo del tiempo, el caso es que los reñuberos han sido temidos en los pueblos durante siglos por la nefasta acción que producen sus conjuros sobre los sembrados y los ganados. Para detener el avance de las tormentas malignas se suelen tocar las campanas de la iglesia utilizando un ritmo que acompaña a las siguientes palabras:
"Tente nube, tente tú, que Dios puede másque tu.Tente nube, tente palo, que Dios puede más que el diablo".
Así hasta que se logra deshacer la nube y el reñuberu marcha para otro vale:
El reñuberu a veces cae literalmente de las nubes en medio del pueblo, donde ha de esperar incluso días hasta que llegue otra tormenta y subirse a ella a través de un relámpago que se transforma en escalera.
Es en estas breves apariciones, fruto de un tropiezo entre las nubes, es cuando también se ha visto el carácter pacífico del reñuberu, el cual ha tenido que refugiarse en casa de algún vecino, siendo especialemente agradecido con el dueño de la morada. Su apariencia física, por otro lado,, no es especiaalmente delicada, pues viste con viejas telas y tiene una faz puntiaguda de orejas a nariz, que tamién se expresa en sus dedos y uñas, aparte de canosos cabellos.
Texto de Javier Fernández García.


El Cuélebre

cuélebre-mitos-leonesa-carande El Cuélebre.

(en lengua leonesa)
Los montes del curdial cantábrico fueran siempre fugar de dalgunas criaturas pertenecientes a un mundu llenderu entre la fábula, la lienda y la rialidá.
Quiciás el más temíu de los seres de la mitoloxía llionesa ye'l Cuélebre o Culebrón, un animal, metá culiebra metá dragón, que suel vivir en cuevas y llagunas, a veces cerca de puebros y otras veces no fonderu del monte.
Na sienda mitoloxía llionesa, tenemos el paraxe del Pozo la Sierpe, una bella llaguna agora custodiada por una mora, pero que n'otros tiempos foi fugar d'una maléfica sierpe (cuélebre). Dizse que'l monstruo tamién protexia tesoros d'oru albergáos no fondu del pozu, polo que cualisquier animal o persona que pasara cerca yera devorada pola gran culiebra, la cual tamién regulaba el nivel del augua de la llaguna.
Comu del casu del Pozo la Sierpe, ye normal qu'en tódolos puebros onde aparez esti ser tan dañinu, intentese y contentar apaciguando la sua infinita fame a traviés d'ofrendas que los vecinos encárganse de realizar mediante turnos o suertes.
Muchas veces se tien que dar dalgún (corderos, vacas, pitas...) peru tamién chégase a dar dalgún sacrificio humanu. Ye cuando, según la mitoloxía llionesa, siempre xunde un valiente héroe, davezu un pastor, davezu un relixiosu, que decide acabar cona situación enfrentándose al cuélebre y cortando-y la tiesta.
D'esti mitu del cuélebre xurdieran armitas y llugares de cultu como ye'l casunde la armita de la Gotera, entre Villasimpliz y la Vid, onde viviera durante siegros el "dragón de la Gotera". O aquel cuélebre de Xetinu, el cual tamién, vivia n'un fayéu, y el que solu una truena pudo acabar con la vida del fieru ser, el cual acabóu arrastráu pol augua hacia los profundos pozos del ríu Torío.
En cualisquier casu, si tiés que desfacete d'un cuélebre, el métodu más eficaz suel consistir en ofrece-y comida envuelta sobre miles de d'alfileres o, nel sou casu, varios trozos de fierru candente qu'actuarán sobre'l gargüelu de la bestia, la única parte débil del cuélebre.
Traducción Alejandro Díez González.

(en lengua española)
Los montes de la cordillera cantábrica han sido siempre hogar de algunas criaturas pertenecientes a un mundo fronterizo entre la fábula, la leyenda y la realidad.
Quizás el más temido de los seres de la mitología leonesa es el Cuélebre o Culebrón, un animal, mitad culebra mitad dragón, que suele vivir en cuevas y lagunas, a veces cerca de los pueblos y otras veces en las profundidades del monte.
En la senda de la mitología leonesa, tenemos el paraje del Pozo la Sierpe, una bella laguna ahora custodiada por una mora, pero que en otros tiempos fue hogar de una malefica sierpe (cuélebre). Se dice que el monstruo también protegía tesoros de oro albergados en el fondo del pozo, por lo que cualquier animal o persona que pasara cerca era devorada por la gran culebra, la cual regulaba el nivel del agua de la laguna.
Como el caso del Pozo de la Sierpe, es normal que en todos los pueblos donde aparece este ser tan dañino se le intente contentar apaciguando su infinita hambre a través de ofrendas que los vecinos se encargaban de realizar mediante turnos o suertes.
Muchas veces se tiene que dar algún animal (corderos, vacas, gallinas...) pero también se le llegaba a dar algún sacrificio humano. Es cuando, según la mitología leonesa, siempre ha surgido un valiente héroe, a veces un pastor, a veces un religioso, que decide acabar con la situación enfrentándose al cuélebre y cortándole la cabeza.
De este mito del cuélebre han surgido ermitas y lugares de culto como es el caso de la ermita de la Gotera, entre Villasimpliz y la Vid, donde vivió durante siglos el "dragón de la Gotera". O aquel cuélebre de Getino, el cual también vivia en un hayedo, y el que solo una tormenta pudo acabar con la vida del fiero ser, el cual acabó arrastrado por el agua hacia los profundos pozos del río Torío.
En cualquier caso, si tienes que deshacerte de un cuélebre, el método más eficaz suele consistir en ofrecerle comida envuelta sobre miles de alfileres o, en su caso, varios trozos de hierro candente que actuarán sobre la garganta de la bestia, la única parte débil del Cuélebre.
Texto de Javier Fernández García.


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